SALA TEATRE

SALA TEATRE
En el poligono industrial Atalayas, en la zona mas conocida de Murcia en cuanto a ocio nocturno. El aparcamiento es muy facil dado que es un poligono industrial y a las horas de las comidas y de las cenas no suele haber problemas para el aparcamiento.
En su gran mayoria trabaja con menus cerrados, por lo que el tema de comentar la carta no da a lugar, aunque tendremos en cuenta que la calidad de la comida de este local no como para tirar cohetes precisamente, nos ofrece espectaculos con la cena tales como conciertos, monologos, performances...
Aunque es un afamado local de copas la carta de vinos es... como decirlo con situleza... (mejor no lo digo).
Aunque el local es muy grande la zona donde se sirve la cena es mas bien pequeña y poco cuidada, asi bien la decoracion nos lleva a un antiguo teatro (como su propio nombre indica), vamos que poco nos va a sorprender...
El servicio es de los peores que se pueden dar en Murcia, aunque la cocina trabaja a buen ritmo, ese buen ritmo no se transfiere mediante los camareros a la sala.
El precio es muy alto para la calidad que se ofrece, si de verdad quieren ser un lounge tendran que cambiar mucho en el aspecto restaurador si quieren seguir teniendo clientela.
VALORACION
COMIDA
3
LOCAL
8
SERVICIO
3
RELACION CALIDAD/PRECIO
4
OPINION
4
2 PUNTOS EXTRA POR LOS ESPECTACULOS
TOTAL
4.8
1 comentario
alejandro -
Nada más entrar me atendieron un musculitos con una camisa varias tallas menor a la que necesita y una señorita muy mona ella que estaban en la barra y que yo creía que eran clientes. El caballero me dijo que ese día no había menú (era viernes) y que lo que había era carta y pinchos, con lo cual pues ya pensé que el desembolso era mayor de lo que esperaba. Pido la comanda a uno de los camareros que tardó bastante en venir porque no hay camareros de sala, los mismos camareros de la barra cuando pueden o se acuerdan son los que atienden a las mesas. Pasados unos diez minutos, el mismo camarero, muy educadamente me dice que no es posible cocinar el primer plato que había pedido con lo cual tengo que volver a mirar la carta y pedir otra cosa con un hambre de lobo que tenía. La comida no es mala, pero tardan muchísimo en servirte aunque el tartar de lubina estaba excesivamente aceitoso. Yo pensaba que la chica mona con cara de aburrida era la jefa de sala (?), pero más bien su misión allí debe ser la de florero pues lo único que hace es de vez en cuando hablar con algún que otro amiguete y salir muchas veces a la puerta a fumar. Me molestan mucho los locales de copas o discotecas que tienen cocina pues me da la impresión de que el personal no distingue entre el mundo de la noche y el de la restauración y a lo mejor esta misma chica luego está trabajando en la discoteca del grupo como relaciones públicas, camarera o gogó, vete tú a saber.
En definitiva, un local que no me gustó nada de nada con un servicio espantoso aunque tengo que salvar al camarero que me atendió, pues al parecer fue la única persona que se dio cuenta de que estaba en la sala. Cuando me fui de alli nadie se dignó a despedirse de mí con lo cual estaba claro que esta había sido la primera y única vez que comía en este local tan fashion. Una pena.